El pasado 7 de noviembre, fui designado Joven Embajador por el Clima, una red de acción climática, por parte de la Embajada de la Unión Europea en México en la cual, se busca fomentar acciones para atender y combatir las causas y efectos del cambio climático. Con la presencia del actual Embajador de la UE-MX, Gautier Mignot, y más de 30 jóvenes de diversos estados de México, esta iniciativa no sólo permite extender la capacidad de logro de los objetivos, sino también intercambiar propuestas y establecer redes de trabajo que permitirán impulsar cada uno de los proyectos propuestos.
Las charlas impartidas por el mismo Embajador Gautier Mignot, el Consejero del Cambio Climático de la UE-MX Javier Arribas Quintana y la fundadora de la iniciativa Zero Waste, Ximena Gabilondo, dejaron una inmensa huella en la importancia de conocer las iniciativas que se llevan a cabo en otros países y la motivación intrínseca necesaria para poder llevarlas a cabo.
En dicho programa, propuse llevar a cabo la implementación de huertos urbanos para jóvenes de educación media superior (bachillerato). Pues el hecho de que los estudiantes comprueben de primera mano los efectos y, literalmente, siembren las soluciones, constituye una forma pedagógica para concientizar y establecer acciones concretas para combatir no solamente el cambio climático, sino promover la agenda 2030 a través del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tema central de las asignaturas que imparto de Ecología y Geografía.
![]() |
Agenda 2030 en el aula (Foto: M. C.). |
Los efectos del cambio climático han sido más que visibles en los últimos años en la Península de Yucatán: incendios forestales derivados de intensas sequías, inundaciones urbanas, arribazones de sargazo en las playas, tal como se ha visto en los medios de comunicación. Pero el hecho de señalar el problema no es suficiente, hay que crear conciencia en las nuevas generaciones, regresar un poco hacia el contacto con uno de los elementos de los biomas que ha sido subestimado y sobreexplotado: el suelo.
A lo largo de este ciclo escolar, he venido desarrollando un huerto urbano escolar con alumnos de tercer año de bachillerato en las asignaturas de Ecología y Geografía, cursos que culminan en los próximas semanas con el fin del ciclo escolar 2022 - 2023.
De este proyecto, se han obtenido resultados muy satisfactorios, pues el huerto como modelo de estudio, permite visibilizar los efectos de la sequía y la importancia de las especies nativas y originarias de biomas que resistan las condiciones que imperan en muchos lugares a lo largo y ancho del país.
Como se muestra en las fotografías a continuación, los alumnos ensamblaron estructuras con materiales reciclados para posteriormente, integrar los elementos necesarios para llevar a cabo siembras experimentales con especies diversas, comprobar los efectos y elegir aquellas especies para propagarlas y transferirlas a otros huertos en otras comunidades fuera del colegio.
Excelente iniciativa más.
ResponderEliminar